Como una estrella débil, Syd Barrett brilló intensamente pero de forma breve, dejando una marca imborrable en el rock psicodélico como parte de Pink Floyd, en agosto de 1967, la banda lanza su primer y fabuloso disco "The piper at the gates of dawn", que pone en evidencia todo el talento compositivo de Barrett, mentor, inventor e ideólogo de el nombre. Lamentablemente, ese mismo año Syd comienza a dar muestras de comportamiento errático, al quedarse en silencio en una entrevista televisiva y ser incapaz de doblar sus canciones al aire. En escena, tenía lagunas y se mantenía tocando el mismo acorde una vez tras otra. En los estudios de la EMI (disquera donde se grabaron la mayor parte de los discos de la banda) se ponía a romper el material. Sus compañeros de grupo temían su mirada alocada y apenas entendían lo que quería decir. Añadiendo a sus problemas de adicción los mentales y psicológicos, Barrett se distanció de la música y se llevó a una auto-reclusión tras los primeros dos discos. Así desapareció del mundo de la música para volver a su casa en Cambridge con su madre después de dejar el grupo en el año 1968 y tuvo una carrera como solista realmente corta.
Syd Barrett padecía esquizofrenia agravada por episodios psicóticos, una situación totalmente incapacitante que le obligó a someterse a cuidados intensivos e instalarse permanentemente en casa de su madre. Lo que ha sido de su vida desde entonces permanece en el más profundo anonimato ya que nunca ha concedido entrevistas y apenas se le ha visto en público. La naturaleza de su enfermedad y la influencia que tuvo ésta en su carrera y en su posterior desaparición permanecen por tanto en el mas absoluto de los misterios, no hay un patrón fijo para describir o predecir el comportamiento y los pensamientos de un esquizofrénico, si es que Barrett padecía en verdad esquizofrenia y la ausencia de datos precisos sobre sus últimos años tampoco ayuda a solventar ese misterio. (en la imágen, un irreconosíble Syd Barrett mucho tiempo después de abandonar a pink floyd)
Syd Barrett padecía esquizofrenia agravada por episodios psicóticos, una situación totalmente incapacitante que le obligó a someterse a cuidados intensivos e instalarse permanentemente en casa de su madre. Lo que ha sido de su vida desde entonces permanece en el más profundo anonimato ya que nunca ha concedido entrevistas y apenas se le ha visto en público. La naturaleza de su enfermedad y la influencia que tuvo ésta en su carrera y en su posterior desaparición permanecen por tanto en el mas absoluto de los misterios, no hay un patrón fijo para describir o predecir el comportamiento y los pensamientos de un esquizofrénico, si es que Barrett padecía en verdad esquizofrenia y la ausencia de datos precisos sobre sus últimos años tampoco ayuda a solventar ese misterio. (en la imágen, un irreconosíble Syd Barrett mucho tiempo después de abandonar a pink floyd)
Su ausencia marcó un claro cambio de ritmo en pink floyd, aunque claro está que sin él también llegaron a ser un grupo mítico. Perdieron el humor y la energía fresca de su genio dionisiaco.
La figura de Barrett siempre ha marcado a los Pink Floyd pues su genialidad dejó un vacío tremendo. El caos interno de su ser no es más que una demostración de la existencia de una virtud innata muy difícil de llevar, así como acreditan las biografías de otros genios del arte como Van Gogh, Mozart, Bethoveen…
La figura de Barrett siempre ha marcado a los Pink Floyd pues su genialidad dejó un vacío tremendo. El caos interno de su ser no es más que una demostración de la existencia de una virtud innata muy difícil de llevar, así como acreditan las biografías de otros genios del arte como Van Gogh, Mozart, Bethoveen…
Roger Waters, co-fundador, bajista de la banda y amigo desde la adolescencia en Cambridge de barrett, contestó así a una pregunta de un medio inglés sobre si mantenía algún contacto con Syd: “Sé que vive en Cambridge, en casa de su difunta madre. Y que se deprime enormemente cuando algún insensato le recuerda los años 60, la psicodelia y Pink Floyd. Syd padece esquizofrenia. Que se haya convertido en un personaje objeto de un cierto culto no hace más que poner de manifiesto lo enfermos que están algunos fans. El mejor favor que se le puede hacer a Syd es dejarle tranquilo”.
Finalmente, murió en el 2006 por culpa de un cáncer de páncreas a los 60 años, siendo recordado por el mundo del rock y por sus compañeros en pink floyd, quienes dejaron sus diferencias (surgidas bastante tiempo después de que nuestro protagonista abandonara la banda) a un lado y se juntaron una vez más para tocar una canción del disco “wish you were here” llamada Shine on you crazy diamond” (sigue brillando, diamante demente) la cual fue compuesta para su persona. Además que Waters hizo una gira mundial, dedicándole en cada localidad que visitaba dicha canción.
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